febrero 18, 2011

Deseos

Yo quisiera salvar esa distancia
ese abismo fatal que nos divide,
y embriagarme de amor con la fragancia mística
y pura que tu ser despide.
.
Yo quisiera ser uno de los lazos
con que decoras tus radiantes sienes;
yo quisiera en el cielo de tus brazos
beber la gloria que en los labios tienes.
.
Yo quisiera ser agua y que en mis olas,
que en mis olas vinieras a bañarte,
para poder, como lo sueño a solas,
¡a un mismo tiempo por doquier besarte!
.
Yo quisiera ser lino y en tu lecho,
allá en la sombra, con ardor cubrirte,
temblar con los temblores de tu pecho
¡y morir de placer al comprimirte!
Oh, yo quisiera mucho mas!
.
Quisiera llevarte en mi como la nube al fuego,
mas no como la nube en su carrera
¡para estallar y separarse luego!
.
Yo quisiera en mi mismo confundirte,
confundirte en mi mismo y entrañarte;
yo quisiera en perfume convertirte,
¡convertirte en perfume y aspirarte!
.
Aspirarte en un soplo como esencia,
y unir a mis latidos tus latidos,
y unir a mi existencia tu existencia,
¡y unir a mis sentidos tus sentidos!
.
Salvador Díaz Mirón
Poeta Mexicano

Las Elecciones

Se acercan nuevamente las elecciones, esta vez, las presidenciales. De niño, me preguntaba cuando votaría, en mi cabeza, realizaba cálculos imaginarios para saber en cual de las elecciones, sería mi primera experiencia electoral. Me preguntaba como sería, es un acto que todo ciudadano responsable tiene que ejercer, solía pensar. Me la pasaba viendo los flashes informativos para saber cuales era los posibles ganadores.

Otra de las ideas que tenía era al respecto de los partidos políticos, escuchaba hablar tanto acerca del APRA, que me sentía identificado con ese partido, casi toda mi familia es aprista. Pero no tardaría en descubrir, que de aquel partido, con el cual me identifiqué, ya no quedaba nada de aquel espíritu rebelde y antiimperialista, que tuvo en sus inicios.


Cada vez e ido madurando, ya no me invaden los pasionalismo de los partidos, cada que veo una caravana de camionetas ruidosas o pancartas, que luego serán olvidadas, como parte del desperdicio electoral. No puedo evitar irritarme e indignarme, los votos se ganan con un par de obsequios, polos obsoletos, tarros de leche o tan solo medio kilo de azúcar.

A los candidatos, poco les importamos, las ideas de la población son impensables en sus campañas, no aceptan nuevas ideas porque eso puede desencadenar en un gasto justo del presupuesto, y en consecuencia no habrá un sencillo para sus bolsillos. Ellos nos dan la mano cuando buscan tu voto, se abrazan con la gente que acude a los mítines, pero luego al ser electos, se paran soberbios sobre el estrado, mirando hacia abajo y nosotros mirando hacia arriba como quien ve hacia el sol, pensando en el futuro que nos prometieron y nunca llegó.

Requiem

Cuando una persona parte al otro mundo, no hay palabras suficientes para expresar el dolor que sienten sus seres queridos, la ira, el dolor, la tristeza, miles de sentimientos surcan la mente de quien no puede concebir la muerte de alguien a quien tan solo días atrás tenian al costado, la muerte llega sin avisar, a veces en el momento en que mayores son los deseos de vivir y a veces como culminación de un dolor que se apiada de ti y te permite descansar.

Muchas veces sentimos que no hicimos bien las cosas, y al momento de perder a alguien sabemos que no le dijimos todo lo que hubieramos querido, quizás una riña propicio un alejamiento con esa persona, y cuando nos damos cuenta ya es tarde, solo nos queda seguir adelante y procurar vivir de la manera como aprendimos de los que ya no se encuentran con nosotros.

Un REQUIEM es una melodía de despedida, esta canción de Mago de Oz, de su disco "La Leyenda de La Mancha", si bien tiene una partes muy fuertes, tiene como mejor arma la letra, con la cual sin duda, más de uno queda identificado. Cuando alguien querido se te va, nos queda la sensación de no haberle demostrado todo cuanto sentíamos por esa persona.



REQUIEM

Ahora que ya tú no estás aquí
siento que no te di
lo que esperabas de mi.
Ahora que todo terminó
a quien de mi te alejó
yo le quisiera pedir.
Que me deje sólo un día más
para poder hablar
de lo que eras para mi.
Que me deje disfrutar
de tu voz, y contemplar
tus ojos una vez más.
Te escribo esta líneas
en papel,
espero que donde estés
el correo llegue bien.
Por aquí todos estamos bien
luchamos por seguir
como aprendimos de ti.
Echo de menos
el llegar y oír tu voz,
echo de menos
no tener tu apoyo, ¡no!
No creo en el más allá,
no sé donde buscarte
y aquí no estás.
No creo en la eternidad,
necesito encontrarte
y estar en paz.
Necesito terminar
lo que un día empezamos
a planear.
Lo que quiero es tenerte
y no recordar.
Espera donde estés
pues tengo que vivir
y cuando muera iré
a charlar junto a ti.
No he apreciado
lo que he tenido,
no lo he apreciado
hasta que lo he perdido.
Y si la fortuna o el azar
me dan la oportunidad
de volvernos a ver.
Juro que jamás te ocultaré
lo que hay dentro de mi ser
te abriré mi corazón.
Te echo de menos,
un beso, adiós, cuídate.
No nos olvides, muy pronto,
nos volveremos a ver.
Ahora que ya tu no estás aquí...

Papa a la Huancaína

Hay innumerables platos típicos peruanos, desde la costa hasta la selva, desde los más simples hasta los que demora horas en tener preparado. Hay unos platos que tienen siglos de historia y otros que se han ideado en los últimos años.

Mi plato de comida favorito es una entrada, es demasiada tradicional para no comerla seguido, quizás es por eso que se convirtió en mi favorito. Su nombre: Papa a la Huancaína., esa papa a la que se le pone encima una cremita amarilla. La Papa a la Huancaína, es una de las muestras indiscutibles de las gastronomía criolla y tiene un largo tiempo en las mesas de los comensales, cuentan las historias que hasta Miguel Grau la probó.

¿A qué se debe ese nombre?, algunos dicen que es en homenaje a la capital de Junín, a Huancayo, debido a su producción de papa, que era de donde se traía hacia Lima; otros dicen que debido al ferrocarril central, durante su construcción los obreros se alimentaban con esa comida debido a que la papa era indispensable para brindarles la fuerza necesaria para tan ardua labor.

Entonces, ¿La Papa a la huancaína es de Lima o Huancayo?, ¿por qué no podría ser de las dos ciudades?, quizás un limeñito de antaño se haya enamorado de una mujer de Huancayo, que preparaba ese suculento plato para deleite afortunado del hombre y que éste, inspirado por la deliciosa sensación de la crema en su paladar, haya dicho: “Que rica esta papa, con la crema que prepara la huancaína”. Esta es quizás una utópica versión de cómo sucedieron en realidad las cosas, pero digamos que nada sería más sublime que esa versión.

“Mamá, échale bastante crema”, le digo siempre a mi madre, me gusta ver que la crema resbale por las papas y caiga sobre la lechuga. A modo de compañía basta poner encima un pedazo de huevo duro y una aceituna. La aceituna es por lo general lo primero que me como, luego continuo con las papas, procurando untar cada trozo de la mayor cantidad de crema que pueda, al final la lechuga, que enrollo completamente en el tenedor para intentar engullirla de un solo bocado. ¿Qué pasa si sobra un poco de crema en el plato?, simple, la echo encima del plato de fondo, que por lo general, es arroz con pollo o tallarines rojos.

Esa es mi historia con mi plato favorito, con la Papa a la Huancaína, ese plato tan común pero a la vez tan rico, ese plato que probablemente nadie ha dejado de probar, y que digan lo que digan, parece más que una entrada.

febrero 13, 2011

¿Racismo en el fútbol?

Cada vez se oyen más voces que condenan al racismo, pero ¿todas esas voces son sinceras? ¿todas las opiniones en contra son dichas con la mano en el pecho?, estoy casi seguro que la mayoría de personas que se pronuncian al respecto, lo dicen de la boca para afuera, lo que condenan no son los actos de racismo sino más bien "ser tildados de racistas". Es decir, en cualquier momento del día, pueden dar una mirada de desprecio hacia alguien de color oscuro o de rasgos andinos, pero al momento de ser interrogados al respecto, no lo dicen pues temen ser rechazados por su verdadero pensamiento, pues simplemente porque "se ve mal". Y eso es real, pasa en el día a día, duele a quien le duela.

El racismo esta presente en todas partes: trabajo, las calles, colegios, y no solo ello, sino va penetrando en otros sectores, ya sean industria, música y hasta en los deportes, sino solo recordemos las olimpiadas organizadas por Hitler, para demostrar la superioridad de "la raza aria", al final todos sabemos que la jugada le salió mal y tuvieron que anular varias participaciones para no aceptar la victoria justa de algunos "no arios". Y si hablamos de deportes, no podemos dejar de mencionar el "deporte rey", el fútbol. Pero, ¿es que acaso el fútbol es racista?, ¿no será más bien que lo son las personas alrededor del deporte?

Hay un artículo muy singular, publicado en El Comercio, del 2006, publicado unas semanas después de la final del Mundial en Alemania, donde toma como ejemplo a la selección francesa, para explicar el fenómeno del racismo en el fútbol, que no esta "dentro de", sino "alrededor". Al final termina con un análisis de la evolución y el aumento de velocidad que tiene el fútbol en los últimos años y que en la actualidad se ve reflejado.


El Fútbol no es Racista
El Comercio 2 de Octubre, del 2006
Jorge Barraza

Lenguas viperinas dicen que Francia “es el mejor equipo africano”. Cuando los elencos están alineados para loa himnos y la cámara de televisión pasa lentamente de un rostro a otro, se ve una abrumadora mayoría de jugadores negros. Más de una desprevenido puede sospechar que se trata de Costa de Marfil, Zambia o Nigeria.

La confusión viene por la música de fondo: se escucha La Marsellesa. La línea de contención del medio campo, con Viera (de Senegal) y Makelele (nacido en la República Democrática del Congo), es efectivamente africana; otros sectores, en cambio, muestran la herencia de las colonias de ultramar: Thuram es originario de la isla de Guadalupe y Malouda de la Guayana. A su vez el defensa Boumsong es camerunés. Un variado abanico geográfico. Los otros –Henry, Wiltord, Abidal, Gallas, Govou- tienen piel y sangre africana, aunque abrieron sus ojos y vieron la torre Eiffel: son hijos de la desesperada inmigración del continente negro. Aquellas mismas lenguas esbozan una idea: “La FIFA debería poner un límite para jugadores nacionalizados en las selecciones, sino cualquier noche de estas un equipo europeo va a presentar seis o siete extranjeros. Y eso ya suena a trampa”. Es interesante ver cómo va cambiando el panorama humano en Europa. En el Mundial 78, Francia alistó a un fortísimo (y formidable) zaguero negro: Marius Tressor. Era toda una curiosidad, los fotógrafos se apiñaban para tomarle fotos, lo niños decían: “Mira, papá, juega un negro para Francia”. Veintiocho años después –este último miércoles- Francia terminó jugando con nueve futbolistas negros. Y había otros tres en el banco; 12 sobre 18 (67%). No está lejos el día que se invierta la ecuación del Mundial 78 y entren al campo diez morenos y un blanco defendiendo la malla del gallito. Ese día está cerca. Y los niños dirán: “Mira, papá, juega un blanco para Francia”.

Podemos convenir entonces, que en el fútbol hay racismo (¿dónde no…?), pero el fútbol no es racista: juegan los mejores, sean del color que sean. También debemos convenir en la superioridad física de la raza negra. Quien tenga dudas que entre en una cancha y choque contra ellos, corra a la par de ellos, salte más alto que ellos o se levante más rápido que ellos. Démosle la derecha a Francia: si cobija a millones de inmigrantes, es justo que puedan defender su camiseta. ¡Y cómo la defienden…! ¡Qué bien juegan! ¿Hay un equipo que lo haga más lindos? A propósito: ¿se puede jugar mejor al fútbol que el Francia 3, Italia 1 de hace dos semanas…? Huummmm… Se tenían ganas. Los dos. Y se encontraron. Fue un choque de trenes a cien kilómetros por hora. A 59 días de la final de Berlín, demostraron por qué fueron los dos mejores equipos den Mundial. Para acallar cualquier habladuría de que llegaron por descarte a la final. Si se hiciera el equipo ideal del mundo, Francia e Italia aportaría no menos de ocho integrantes; Buffon de arquero; en el fondo, sin la menor duda, con Zambrotta, Thuram, Cannavaro y Grosso; Patrick Viera y Pirlo en el medio; Henry en el ataque. Podríamos agregar tres brasileños y tendríamos “el” equipo. Fue un choque excepcional jugado a una velocidad fascinante. No recordamos otro aluvión de fútbol como estos 35 minutos iniciales en París. El ritmo fue amainado, son humanos. Llegamos a pensar que la transmisión hubiera podido estar acelerada (se dice que en una época hacían eso con los partidos televisados del calcio italiano, para darles mayor atractivo). En ese trámite casi angustioso por lo veloz, hubo algunas confirmaciones:

Jugado a ese nivel, el fútbol es el espectáculo más grande del mundo.
- Francia es más equipo que Italia. Ratificó la superioridad evidenciada en la final mundialista, luego no expresada en los penales.
En ello reside el mérito de Italia: supo conquistar a la más bella (la Copa Mundial) siendo menos guapo que su rival.

Hay quienes reniegan de la velocidad, sobre todo en Sudamérica. “Desluce el juego”, argumentan. Es posible; de hecho, a tantas revoluciones se pierde la precisión. Pero, ¿alguien volverá hacia atrás las agujas del reloj? ¿Habrá un iluso que diga “voy a correr más despacio”? ¿No será mejor que los sudamericanos nos subamos a ese Fórmula Uno que es el fútbol ultradinámico y ligero de hoy?... Pensémoslo.